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Santa Clara: una novia con 319 años

Santa Clara: una novia con 319 años

 

Este martes en Santa Clara se darán cita la trova, la poesía, las leyendas y el vino de tamarindo para celebrar el cumpleaños de la ciudad que cuenta, entre sus eternos habitantes, con el Che Guevara

NORLAND ROSENDO GONZÁLEZ

Benemérita, con una rica historia y convertida en una de las más elogiadas plazas culturales de Cuba, Santa Clara, capital de la provincia de Villa Clara, cumple este martes, 15 de julio, 319 años.

Fue en esa fecha de 1689 que varias familias de Remedios, localidad ubicada en la zona norte de la región central de la Isla, decidieron emigrar para una porción mediterránea, donde erigir nuevas moradas y mejorar económicamente, pues en su sitio de origen ya todas las tierras tenían dueño.

Algunos estudiosos dicen que lo hicieron para protegerse de los constantes ataques de piratas y corsarios, y no falta quienes crean en la leyenda de que la gente huía de Remedios porque estaba poblada por miles de demonios.

Aún existen discrepancias en cuanto al número de familias que fundaron la urbe, pero priman dos criterios. Uno, del historiador  Manuel Dionisio González, que aparece en su obra Memoria histórica de la villa de  Santa Clara y su jurisdicción, en la cual explica que fueron dieciocho.

El otro lo defiende la historiadora remediana Natalia Raola Ramos, quien a partir de los lazos de consanguinidad, reduce el número de familias a ocho. Una “gran familia”, según su punto de vista, pues relaciona a los apellidos Díaz de Pavía y Rojas de Pavía y siete integradas por treinta y siete personas sin vínculos con ellos.

No obstante, la teoría de Manuel Dionisio ha sido la más difundida y por tanto el monumento que recuerda el acto fundacional en el parque El Carmen está concebido de acuerdo con ella.

El tamarindo se ha convertido en el árbol símbolo de la ciudad, aunque no existe ningún documento que pruebe la existencia de un ejemplar de esa especie en el lugar de la reunión inicial de los remedianos que se desplazaron para el hato de Antón Díaz, como se denominó al sitio.

Como tradición, desde 1989 cuando se sembraron 300 por el tricentenario, todos los años en la Loma del Capiro —elevación privilegiada por brindar una de las mejores vistas panorámicas de Santa Clara— es plantado el 15 de julio un tamarindo y se brinda con vino obtenido de sus esencias.

Amén de las disquisiciones históricas sobre la fundación, sus habitantes se enorgullecen de la identidad de la urbe, y que haya sido aquí donde la dictadura de Fulgencio Batista recibiera el golpe definitivo que lo obligara a abandonar el país en la madrugada del primero de enero de 1959.

Dos figuras descuellan por su aporte a la historia: Marta Abreu de Estévez (13 de noviembre de 1845- 2 de enero de 1909), la benefactora de la ciudad, por la cantidad de obras públicas que legó, y cuyo nombre distingue a la Universidad Central de Las Villas, la más importante de la región central de Cuba.

Y Ernesto Guevara de la Serna, quien dirigió las acciones de la batalla de Santa Clara en diciembre de 1958. Desde entonces el Che se convirtió en un ídolo para sus habitantes. Tanto es así, que en la urbe se erigió el Conjunto Escultórico que perpetúa su memoria y la sus compañeros caídos en Bolivia.

También el Cardiocentro lleva el nombre del Guerrillero Heroico. Este hospital, dedicado a la cardiología, suma desde su apertura en 1986, más de 5 mil 500 operaciones, con 94,8 % de supervivencia. Un homenaje perpetuo a quien también fuera médico de profesión.

Alrededor del céntrico parque Leoncio Vidal Caro, declarado patrimonio Nacional en 1999, se erigen la mayoría de las edificaciones culturales más importantes, entre ellas, el teatro La Caridad, el hotel Santa Clara Libre, la biblioteca provincial Martí y el museo de Artes Decorativas.

En 1899 se acordó nombrarlo así, como homenaje al coronel del Ejército Libertador caído en este lugar en marzo de 1896, durante el asalto a la cuidad.

Otro de los sitios históricos que distingue a la localidad es el monumento erigido a la acción del descarrilamiento de un tren blindado el 29 de diciembre de 1958, con lo cual se asestó un golpe definitivo a las pretensiones del dictador Fulgencio Batista de mantenerse en el poder.

Internacionalmente, El Mejunje clasifica como una de las instituciones insignes de la urbe, que ha adquirido relieve por la diversidad de las propuestas culturales, con un marcado valor artístico y originalidad.

En esta localidad no hay noche en que no haya alguna peña literaria, lectura de poesías, presentación de obras teatrales y danzarias. Y trova, esta es una de las capitales de la trova joven en Cuba.

Como todos los 15 de julio, este martes en Santa Clara se darán cita la música, la poesía, las leyendas, el vino de tamarindo… y muchos acudirán a la Loma del Capiro, para dejarse acariciar por la brisa cálida, en una ciudad que tiene el privilegio de contar entre sus eternos habitantes con el Che Guevara.

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