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El teclazo por la verdad

Cuba enfrenta la crisis mundial del capitalismo con vocación humanista

Cuba enfrenta la crisis mundial del capitalismo con vocación humanista

Hoy el reportero Yandrey Lay Fabregat, de la redacción de www.vanguardia.co.cu me propuso un texto interesante que ilustra cómo Cuba, a pesar del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos hace más de 4 décadas y pertenecer al grupo de economías subdesarrolladas enfrenta la crisis estructural del sistema capitalista, a partir de la vocación humanista del Socialismo.

Los datos corroboran que atenuar las consecuencias de esta coyuntura exige eficiencia, ahorro y productividad.

Las galletas de fango

 

Hace poco la historia de Charlene Dumas  llenó de horror a los lectores de El Universal. Dumas, una madre haitiana de 16 años, sobrevive a base de galletas de fango. Más de mil millones de personas se hallan en ese estado y 32 naciones declararon situación de emergencia debido al aumento de los precios en los comestibles.

Estados Unidos mientras tanto invierte un tercio de su cosecha de maíz en producir biocombustibles. Por su fuera poco el año pasado un estudio del New Cork Times reveló que el norteamericano promedio desperdicia el 30% de la comida que adquieren. Las cifras adquieren proporciones de escándalo en el caso de la leche, los granos y los productos frescos.

Los países pobres gastan hoy el 80% de sus ingresos en comprar alimentos. La especulación mantiene los precios altos, casi al doble de su cotización. Se calcula que un décimo del alza se debe a este fenómeno. Muchos se enriquecen al acumular los granos para venderlos en tiempos difíciles. En Tailandia, uno de los mayores productores de arroz en el mundo, el ejército hace guardia en los campos para evitar los robos masivos.

Cuba no se halla ajena a estos problemas. El país importa el 80% de los alimentos que consume. En el 2008 se invirtieron 2500 millones en este sentido, hecho en el que también tuvo que ver las pérdida de 700 mil de toneladas de productos por el paso de tres ciclones.

El año pasado nuestro Producto Interno Bruto anduvo por los 50 mil millones. Un décimo de esa cantidad se perdió por los huracanes. El crecimiento económico descendió a los 4.3 porcentuales, dos puntos por debajo de lo que se esperaba. Además se hicieron erogaciones multimillonarias para comprar arroz en Asia y harina de trigo, adquiridos a precios por encima de los ya altos debido a la presión de las leyes norteamericanas.

Durante el 2008 el precio de la tonelada de níquel cayó desde los 53 mil dólares la tonelada hasta los 9 mil. Por ese concepto se pierden más de 3 mil millones en divisa. Asimismo la situación internacional afectó los mercados del azúcar, el tabaco y los mariscos, baluartes de la economía cubana.

Gran parte de la población cubana desconoce estos datos. La gente no ve la crisis en los mercados. Algunos argumentan: «Es la misma que hemos vivido siempre». Sin embargo, nada es lo que parece.

El salario promedio en Cuba se encuentra en el orden de los 409 pesos o 17 CUC. Habría que agregarle el costo de los productos de la canasta básica  además de los beneficios de la salud, la educación y la seguridad social. Si usted hace la cuenta le dará un número bastante alto para un país pobre, pequeño y subdesarrollado.

La protección que el Estado brinda a los ciudadanos ha tenido un efecto contraproducente: una cantidad notable de personas han decidido abandonar el trabajo. Muchos comercian en el mercado negro o dependen de las remesas familiares. Fenómeno que ha traído consigo una baja productividad y deficiencias notables en el sistema económico.

Los problemas antes expuestos ocasionarán que en el 2009 la economía cubana registre un crecimiento cercano al 2.5%. Además, en los primeros meses se ha comprado en el exterior cuatro veces más de lo que se vendió. Ninguna casa se puede mantener sobre el supuesto de gastar más de lo que se gana.

A consecuencia de esto el país ha tomado medidas de emergencia. Ya se está generalizando la siembra del arroz IACUBA-30, un grano rico en hierro y zinc que podría evitar la anemia en embarazadas y niños. El hecho forma parte de una estrategia dirigida a sustituir en el plazo de cinco años la importación del 56% del arroz que se consume en país. Estos proyectos contempla además la siembra intensiva de tomates, cuya pulpa se compraba en Mongolia, frijoles y frutas para reducir el monto de las importaciones.

Potenciar la ganadería y la entrega de leche, cuyo programa ya rinde dividendos, resulta otra de las líneas a seguir. También se ha hablado bastante acerca de la producción de carne porcina que sustituye importaciones dirigidas a la rama del Turismo y que en este año debe alcanzar las 160 mil toneladas.

En lo que va de año la agricultura demostró que se pueden obtener elevados rendimientos. Junto a las experiencias agradables en ese sentido se detectaron fallas en el sistema de comercialización de los productos. En los campos se perdieron producciones que debían tener una salida o encontrarse planificadas.

Sin embargo no resulta suficiente con el compromiso de aumentar la productividad en algunos sectores. También se precisó disminuir la cantidad de alimentos que se entregan por la canasta básica. Unos, en el caso de los granos, por falta de dinero para comprarlos en el exterior. Otros, como la sal, por la necesidad de ofertarlos en el mercado exterior para poder comprar lo que hace falta.

El estado ha puesto su mano frente a cada una de las crisis. A pesar de los problemas de precio y los ciclones, usted no tuvo que pagar el arroz al doble, ni enfrentar la carencia de frijoles o harina de trigo. Cada día vino el pan a la bodega y a principio de mes recibió los mandados.

Pero la cuenta común no da para más. Llegó la hora de apretarse el cinturón. Sin embargo, usted sabe que se le quiere y que se haró lo posible para minimizar los daños a su bienestar.  Cuba buscará la solución en la tierra sin que nadie precise comer galletas de fango.

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