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Rinden homenaje a Juan Almeida Bosque en las montañas del Escambray

Rinden homenaje a Juan Almeida Bosque en las montañas del Escambray Por Norland Rosendo González

Ni siquiera el sol amaneció tan inclemente hoy domingo por las faldas del Escambray, y sus rayos, tenues todavía, dejaron que una multitud de pobladores de Güinía de Miranda, primer poblado que liberó el Che en esta región en 1958, comenzaran desde temprano a rendirle póstumo tributo al legendario Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque.
Por la sede local de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), organización que presidía a nivel nacional Juan Almeida, han desfilado en horas de la mañana cientos de lugareños con una flor en la mano, entre ellos, niños, jóvenes, trabajadores y participantes de las luchas por la liberación del poblado e internacionalistas.
Carlos Nápoles Gil acudió temprano porque «Juan Almeida era un hombre íntegro, un revolucionario cabal, que tenía en la voz energía y lirismo, pues era también un poeta de extrema sensibilidad. Cuba pierde a uno de sus hijos más queridos, a uno de sus más fieles patriotas.»
Reginaldo Ramírez ha leído varios libros escritos por Juan Almeida. «A mí me gusta la literatura, y la obra de fundador del Tercer Frente Oriental aporta elementos enriquecedores para comprender la historia de Cuba. Además, resultan incuestionables sus dotes de poeta, las letras de sus canciones funden cubanía y sentimientos.»
Entre los pequeños que se despertaron más temprano que domingos anteriores está César Corcho, que depositó una rosa roja frente a la foto de quien integrara el Buró Político del Partido Comunista de Cuba hasta su deceso el viernes por la noche: «él luchó para que todos los niños tuvieran escuelas. Fue uno de los guerrilleros que siempre estuvo al lado de Fidel y Raúl. La maestra me dijo que cuando joven era albañil y que escribía canciones muy bonitas.»
Junto con César, otros infantes desfilan frente a la imagen de Juan Almeida Bosque. Algunos vienen acompañados de sus padres y maestros. Un grupo de profesionales de la salud los secunda. Después, los trabajadores del Instituto Nacional de Deportes y Recreación. La fila crece, todos solemnes. Al fondo se escucha música compuesta por el Comandante fallecido.
De las lomas han llegado campesinos. Vienen a caballo. Traen a sus hijos y esposas. Se han registrado varias llamadas telefónicas de personas que viven un poco distante del centro de Güinía de Miranda, quieren saber hasta qué hora será el homenaje, para poder asistir.
Al lado de la Casa de los Combatientes se erige un monumento que recuerda la liberación de esta localidad el 27 de octubre de 1958, por la columna invasora dirigida por el Ernesto Che Guevara. Eddy Juvier, un profesor de Educación Física que trajo a varios niños que viven cerca de su casa, se detiene frente a la efigie del Guerrillero Heroico: ¡Qué dos Comandantes, fueron militares y políticos, y para mayor grandeza, dedicaron tiempo a la literatura!, les dice a los muchachos, y deposita una flor allí también.

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