La miopía de la CNN

Por Norland Rosendo González

 

He visto horrores en el periodismo. Unos han quedado salvados en el proceso editorial; otros han salido publicados, y años después todavía son recordados como parte de la antología de lo que no se debe hacer en esta profesión. Pero esta vez, la CNN rompió el record.

Es tanta la impotencia de Washington ante la colosal obra cubana en Haití, que no les ha quedado otra opción que mentir, mentir deliberadamente.

¿Sería que la periodista es tan poco profesional que confunde un cubano con un español? ¿Habrán enviado los directivos de la CNN a un equipo de prensa sin destrezas para una cobertura de tanta magnitud? A ambas preguntas no le encuentro otra respuesta que un rotundo NO.

Todo fue intencional. ¿Cómo decir que los médicos cubanos no descansan en Haití, y se pasan todo el tiempo salvando vidas? Que mientras otros se van al atardecer a descansar, ellos se quedan en los improvisados hospitales curando heridos, haciendo intervenciones quirúrgicas, aliviando el dolor, devolviendo la esperanza a los sufridos haitianos.

Y nada de barcos o aviones militares, todo el personal cubano allí es civil, el imprescindible, el que se multiplica, multifacético, sensible, humanista, solidario.

¿Cómo decir todo eso? Imposible, el complejo mediático industrial no puede decirlo. Sería reconocer las virtudes del contrario, y eso es una derrota para el imperio.

Entonces, a la corresponsal de la CNN o a los directivos de esa trasnacional de la desinformación, no le quedó otra opción que mentir, y donde debió decir: médico cubano, pusieron: médico español. ¡Qué bárbaros! Tremendo periodismo.