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El teclazo por la verdad

Santa Clara como un árbol por los Cinco antiterroristas

Por Norland Rosendo González

Cada día 5, justo cuando Radio Reloj anuncia las cinco de la tarde, en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), en Santa Clara, empieza una peña, devenida proyecto cultural La Casa como un Árbol, para exigir la libertad y el regreso inmediato e incondicional a nuestra Patria de los cinco luchadores antiterroristas Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y René González.

Esta vez, la cita tuvo una connotación especial con la asistencia por primera vez de un familiar de uno de los Cinco Héroes, Magali Llort, la madre de Fernando, y una brigada internacional de Solidaridad con Cuba, integrada por 97 personas de 20 países, que por estos días le rinde homenaje a Ernesto Che Guevara, en el aniversario 45 de su caída en combate en Bolivia y el 15 del regreso de sus restos mortales a Santa Clara.

Ellos se sumaron a los estudiantes extranjeros que cursan carreras en las universidades villaclareñas, artistas, periodistas, políticos y todo el que quiso compartir un rato agradable de arte y justicia, amenizado por el trovador Gerardo Alfonso y su grupo Té de Jazmín, que le puso alma, corazón y música a la velada con la interpretación, entre otros temas, de Sábanas blancas y Son los sueños todavía, dos antológicas piezas de su repertorio que pusieron de pie a los asistentes e insuflaron un espíritu de amor y humanismo.

Magali Llort, emocionada, pidió incrementar la solidaridad internacional para que su hijo regrese a su hogar. «Los años van pasando, ya son 14, y el sistema judicial de los Estados Unidos le cerró las puertas a la justicia, a la verdad. Solo nos queda que la opinión pública mundial y la norteamericana, sobre todo, sensibilice al presidente Barack Obama para que los libere», explicó.

Recordó que el último recurso legal que les queda es solicitar el Habeas Corpus, tras conocerse del pago por parte del Gobierno a un grupo de periodistas para que antes, durante y después del manipulado juicio en Miami, publicaran materiales que los culpaban de espías, un delito que nunca pudo probar siquiera la Fiscalía, e influyeran en la decisión del jurado.

La madre de Fernando ratificó que el movimiento internacional, cada vez más creciente, con voces de todas las latitudes y muchas personalidades, será decisivo para que se imponga la razón en este caso, que ha sido politizado por los sectores más recalcitrantes de poder en los Estados Unidos, sobre todo, en la Florida. «Nuestra esperanza de abrazar a nuestros hijos en casa está en ustedes», le dijo a los extranjeros.

En la Peña fue leída una carta enviada por Fernando a una maestra santaclareña en la que agradece los gestos de amor y apoyo que siempre reciben los Cinco de sus compatriotas, para soportar el arbitrario encierro al que están sometidos por el hecho de defender a Cuba y al propio pueblo norteamericano de acciones terroristas organizadas por los enemigos de la Revolución, y que a lo largo de 50 años ha dejado 3 478 muertos y 2 099 discapacitados.

Al proyecto cultural se sumó la artista de la plástica Madelín Pérez Noa, quien develó el mural Mi paz os dejo, mi paz os doy, con el ánimo de que ese espíritu solidario sensibilice corazones y abra rejas. Kenia Serrano, presidenta nacional del ICAP, agradeció la obra de arte y elogió los valores humanos que porta.

Fue una tarde excepcional, mística, sazonada además por la presentación de un grupo de amigos ecuatorianos que defienden el folclor de esa nación andina, en una mezcla de danzas y música que mereció una cerrada ovación.

El clímax llegó con Gerardo Alfonso en el cierre. Ya cuando la noche comenzaba a abrazar a Santa Clara, su música fue luz que iluminó a La casa como un árbol, un proyecto que cada día 5 pone al arte al servicio de una de las causas más nobles que tiene la humanidad hoy: la lucha contra el terrorismo.

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