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El teclazo por la verdad

13 segundos que estremecerán al mundo

NORLAND ROSENDO GONZÁLEZ

El día 21 de agosto todos los ojos del mundo deportivo estarán posados en el Nido de Pájaro de Beijing, donde ocurrirá la final de los 110 metros con vallas. Para muchos serán los trece segundos más breves de los Juegos Olímpicos; para otros, una eternidad.

Liu Xiang, el ídolo local, se entrena a puertas cerradas y no concede entrevistas. La prensa especula que se recupera de una lesión, pero nadie sabe, fuera de un selecto grupo de expertos, cómo está. Logró en mayo su mejor marca de la temporada: 13.18 segundos, discreta para su calidad.

Dayron Robles, el retador, el muchacho de los tiempazos este año, el único mortal que ha bajado de los 12,90 segundos en un par de ocasiones, ultima detalles para la espectacular carrera.

El pasado 12 de junio, el cubano se convirtió en Ostrava en el plusmarquista de la especialidad, al detener los relojes en 12.87. Quince días después registró 12.96 en Francia, donde en menos de un mes volvió a cronometrar un tiempo de ensueño: 12.88.

Y el 22 de julio alcanzó otra proeza al resultar el primer vallista corto de la historia que baja 4 veces en un año de los 13 segundos flash, tras imponerse en Estocolmo con crono de 12.91.

Con esos registros, la prensa y los especialistas han atizado la polémica que garantizó que todas las entradas para esa final en Beijing fuesen vendidas con bastante antelación. Sin embargo, el guantanamero prefiere la cautela y pondera la calidad de Liu Xiang, quien además competirá en su tierra.

Hasta el mismo día que impuso la marca universal, no se dejó provocar por la euforia ni el asedio de los periodistas y reiteró el favoritismo del rival.

Robles y Xiang se han enfrentado 7 veces al aire libre. El 8 de julio de 2006, en París, el cubano terminó en tercer lugar con tiempo de 13.11, por delante del asiático, que cronometró 13.19.

Tres días después, en Lausana, Suiza, Xiang no dejaba dudas de su clase y puso un nuevo tope universal: 12.88. En esa justa el criollo llegó a la meta tras el trío de medallistas, al detener los relojes en 13.04 segundos.

Ese año largaron juntos nuevamente en Alemania, y el asiático lideró la carrera con 12.93, mientras Robles igualó esa vez la mejor marca nacional, fijada por el estelar Anier García en 13 segundos flash.

En la Copa del Mundo desarrollada en Atenas en el 2006, el ídolo chino y el cubano se colgaron las medallas de plata y bronce, respectivamente, con cronos de 13.03 y 13.06.

Otra vez París le deparó al guantanamero el placer de entrar primero en la meta que su calificado rival, cuando en julio de 2007 registró 13.13 segundos, por 13.15 Xiang.

Al cierre de agosto, la ciudad japonesa de Osaka organizó el campeonato mundial, en el que el chino se colgó la presea áurea al cronometrar 12.95. Esa vez, Robles se queda fuera del podio, al correr la distancia en 13.15 segundos.

Y la última vez que se vieron juntos en una pista fue nada menos que en la populosa ciudad china de Shanghai, donde el cubano ratificó el viejo axioma de que nadie es profeta en su tierra.

El 28 de septiembre, en el Grand Prix celebrado en esa urbe, el cubano subió a la cima del podio tras cronometrar 13.01, mientras el ídolo local quedaba tercero al detener los relojes en 13.21 segundos. ¿Será la final del día 21 la revancha?

Ambos atletas han registrado progresos espectaculares para su edad, en una disciplina en la cual, según los entendidos, se adquiere la maestría con el cuarto de siglo de existencia como mínimo.

Robles aún no ha cumplido los 22 y ya posee la primacía mundial y se pasea en las pistas universales como el único que ha corrido los 110 metros con vallas dos veces por debajo de los 12.90 segundos.

Xiang, con 25, recién celebrados, el pasado 13 de julio, también "voló" en una ocasión la distancia en menos de ese crono y exhibe una depurada técnica.

Por eso, aunque a Beijing asistirán otros calificados vallistas del momento, como los estadounidenses David Oliver y Terrence Trammel, tanta gente sueña con una final electrizante entre el guantanamero y el chino.

Cuba, una potencia del orbe en las vallas cortas masculinas, aspira a enriquecer su botín en Juegos Olímpicos, citas en las que archiva una medalla de oro, dos de plata y una de bronce, solo superada por los Estados Unidos (18-18-16) y Canadá (2-0-0).

El 21, si se cumplen los pronósticos, transcurrirán en Beijing trece segundos, probablemente menos, que estremecerán al mundo deportivo.

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