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El teclazo por la verdad

Diez familias financiaron el golpe en Honduras

Así de simple: los poderosos mandan. Un reducidísimo grupo de magnates decidieron torcer el destino de una nación. Honduras vive todavía jornadas duras, enfrentamientos entre golpistas y golpeados. Muertos, desaparecidos, torturados, y en torno a una lujosa mesa, los 10 jinetes del apocalipsis celebran el golpe, cuando afuera de sus mansiones derraman sangre, ellos derraman champaña. Ese el verdadero poder de los millonarios. Adiós el pueblo, y vuelven a juntar las copas. Veremos a ver hasta cuándo. 
 
Aquí les anexo, la denucnai pública, sobre los magnates que acordaron derrocar a Zelaya y colocar en su sitio a Goriletti, a la usanza de los viejos tiempos de las dicataduras militares en América Latina.
La mayor experta en temas militares de Honduras, la investigadora de la Universidad Nacional Leticia Salomón, destapó los entresijos del golpe de Estado. Y lo explicó como un detalle sin importancia ante una concurrida audiencia presente en una mesa redonda: "Fue planeado por un grupo empresarial liderado por Carlos Roberto Facussé, ex presidente de Honduras (1988-2002) y dueño del periódico ‘La Tribuna', que junto con ‘La Prensa', ‘El Heraldo', los canales de TV 2, 3, 5 y 9 fueron el pilar fundamental del golpe".

El grupo al que se refería Salomón se completa con Jaime Rosenthal y Gilberto Goldstein, dirigentes el Grupo Continental, el emporio que monopoliza la banca hondureña, la agroindustria y medios de comunicación como ‘El Tiempo' y ‘Canal 11'. El resto de las familias que apoyaron el golpe contra Zelaya y que controlan el 90% de la riqueza que produce el país son: José Rafael Ferrari, Juan Canahuati, el financiero Camilo Atala, el maderero José Lamas, el empresario energético Fredy Násser, Jacobo Kattán, el industrial azucarero Guillermo Lippman y el constructor Rafael Flores.

Un personaje fundamental en esta conspiración fue el magnate Miguel Facussé, condecorado por el Senado colombiano en 2004 con la Orden Mérito a la Democracia, y quien hoy monopoliza el negocio de la palma aceitera y en 1992 apoyó la compra de tierras a los campesinos a menos del 10% de su valor real.

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