Blogia
El teclazo por la verdad

¿Habrá luz naranja hoy en pelota?

¿Habrá luz naranja hoy en pelota?

 

Por Norland Rosendo González

Cuando salí del periódico a las dos y media de la madrugada, Santa Clara era un desfile mudo. Cientos y cientos de gente ataviados de naranja caminaban cabizbajos, con los carteles bocabajo y la mirada perdida en las tantas jugadas malas de Ariel Borrero.

A esa ahora, algunos entraban a los establecimientos comerciales abiertos a matar con un doble de ron, una cerveza o un refresco bien frío, los deseos de festejar la corona en la pelota.

Afuera del estadio Sandino, aguardaba el fiestón y detrás de las cercas del jardín central, la batería de fuegos artificiales para hacer la luz de los campeones.

Ahora, los aficionados están escépticos. No pocos han desistido de ir hoy al estadio. No quieren ver un naranjicidio. Cuando todo el mundo pensaba que anoche se acababa la bronca y se alzaría la copa de jugo de naranja, sobrevino una debacle inducida.

Sí, inducida. Porque Villa Clara quiso festejar sin que cayera el out 27. Y todo el mundo sabe que un juego no se gana hasta que se acaba.

Ariel Borrero intentó burlarse de unos leones enjaulados 4 carreras por cero, y estos, enfurecidos por el chantaje, rompieron las cercas y se lanzaron al terreno a demostrar porqué son los reyes de la selva. Y qué bien lo hicieron.

Al mismo Borrero lo hicieron lucir muy mal, lo rajaron, como se dice en la pelota callejera. Una mansa línea lo taladró y se le fue entre las piernas, lo que provocó dos carreras. Más una que regaló con un corring suicida y dos out que obsequió también al fallar con corredores en posiciones anotadoras.

Los leones rugieron, como les pedía el público cuando estaban debajo en el marcador. Un ataúd que recorría los pasillos con el color azul se tornó naranja.

Y hoy la gente ha amanecido triste, todavía quedan fuerzas. Pero si Villa Clara juega como anoche, no se merece el campeonato. Que sigan, pues, otros 15 años aguardando. Porque la final es de los que sepan luchar en el terreno, respetar al rival, pero luchar, a brazo partido, por el triunfo.

0 comentarios