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El teclazo por la verdad

Deportes

Ahora sí acabaron con la pelota: ¡tremenda ideota!

Por Norland Rosendo González

Nada de lo que venga de la Comisión Nacional de Beisbol me asombra. Absolutamente nada. Excepto que sustituyan a los «tanques pensantes» que llevan varios años esforzándose para darle el tiro de gracia a la pelota cubana, maltrecha, por cierto, en estos tiempos.

Ahora, los jerarcas de ese deporte se han aparecido con una nueva estructura. Por cierto, la misma que presentaron en todas las reuniones efectuadas en todo el país, y que la inmensa mayoría desaprobó. Fue abrumador el porcentaje que expresó su descuerdo con la iniciativa de marras, pero, en nombre de la democracia, fue la adoptada.

Ha sido peor el remedio que la enfermedad. Hasta la primera parte, la propuesta está a tono con las exigencias de los expertos, la prensa, el público y hasta los atletas. Pero la segunda parte mata el espectáculo, el desarrollo de los jugadores noveles, la representatividad, deja de premiar el sacrificio y la entrega el amor por la camiseta, en nombre de subir un techo que, a la vez, derrumba el piso.

Tras 45 juegos, de los 16 equipos en competencia solo quedarán los 8 mejor ubicados (se ha ido Metropolitanos, muy a pesar de los reclamos de los capitalinos, aún no sé cómo pudo suceder, a lo mejor como concesión al resto del país para imponer los otros cambios). Los que avancen tendrán la posibilidad de sustituir hasta 5 de sus atletas por igual cantidad que escogerán de los elencos que quedaron fuera de la segunda etapa.

O sea, un jugador puede sacrificarse, entrenarse mucho, hacer un papel decoroso en la primera ronda, pero podrá ir al banco o, incluso, a las gradas, para ser reemplazado por algún consagrado, de los escogidos por los seleccionadores nacionales, que a lo mejor ni se esforzó en sudar la camiseta porque se sabía sembrado para los 42 juegos de la verdad.

A mí como espectador no me daría mucha emoción ver al Villa Clara coronarse campeón gracias a un jonrón de Lerys Aguilera, ni colgado del brazo de Vichiohandry Odelín, ni por un doble play iniciado por el torpedero Yordan Manduley.

Difícil será para el cuerpo técnico de los anaranjados encontrar un torpedero regular si la probabilidad mayor, en caso de clasificar, será «importar» para la segunda fase a uno más estable en esa posición, o recomendado por los seleccionadores nacionales.

Más aconsejable hubiera sido que los 8 elencos que avancen, defiendan su derecho a estar entre los 4 finalistas con sus propios méritos, con sus atletas, con el sistema de juego que ensayaron en los entrenamientos, el team work. Y aplicar otras variantes, que muchísimas fueron presentadas, desde dos divisiones hasta un torneo super élite.

Pero no, lo mejor fue matar pájaros de un tiro: subir el techo y preservar algo de espectáculo. Dudo que ambas cosas se logren y no descarto que el próximo año aparezca una nueva estructura.

Con esta, que me perdonen los que la diseñaron, discrepo. Y hasta tanto no me convenzan de lo contrario traerá más problemas que beneficios. Ojalá yo esté equivocado.

Villa Clara barrió a Granma en pelota

Por Norland Rosendo González

Los Naranjas de Eduardo Martín Saura lograron su primera barrida de la 50 Serie Nacional de pelota, al imponerse hoy en el tercer partido frente a Granma, 8 carreras por 2.

El zurdo Robelio Carrillo enderezó su actuación monticular tras tolerar jonronazo de Ramón Tamayo en el mismo primer inning con un corredor en circulación, pero desde el segundo hasta el séptimo tiró sin contratiempos las serpentinas.

Parecía un partido difícil para Villa Clara, pues no alinearon Eduardo Paret, Ariel Pestano, Ariel Borrero ni Aledmis Díaz, lo que obligaba a los jugadores de la banca a hacer un esfuerzo extra para suplir a esos 4 pilares de la formación subcampeona nacional de la pasada temporada.

Mas, los muchachos no hicieron quedar a la dirección y los aficionados que acudieron al estadio Sandino esta tarde dominical.

En el segundo capítulo, Villa Clara empató y se fue delante en el marcador con jit de Andy Zamora, bases por bolas a Yandrys Canto y Yaxiel Quiroz y cohete de Yandy Díaz al center field, conexión sobre la que Yoennis Céspedes, muy mal a la ofensiva en estos inicios de campaña, cometió un error que permitió el abrazo. La tercera fue resultado de un perfecto squezze play del hombre proa en la alineación naranja, Alejandro García.

Una entrada más tarde, Villa Clara se desmarcó con otro racimo de tres carreras en la que intervinieron jits consecutivos de Dian Toscano, Zamora, Yandrys canto y Yulexis la Rosa, que había fallado en 24 ocasiones seguidas desde que el día inaugural había conectado un sencillo frente a Industriales. Hubo una base a Yaxiel Quiroz después y un roletazo por el cuadro que concretó la triada.

En el cuarto, Dian Toscano, todo un coloso a la ofensiva en estos juegos, la botó con uno a bordo y puso en la nueva pizarra del estadio el definitivo 8X2.

Para los villaclareños fue una victoria importante porque los alazanes de Granma habían tenido una buena arrancada hasta que llegaron al Sandino, donde apenas pudieron marcar tres carreras en toda la subserie. El viernes fueron blanqueados 9x0; ayer, cayeron 5x1; y hoy el 8x2 con el que fue sellada la barrida.

El octavo lo tiró por los Naranjas Diosdani Castillo y el noveno, Yuliet López.
Robelio Carrillo archiva ahora 1 triunfo y una derrota, perdió el abridor de los alazanes Eblis Blanco. Villa Clara mejoró su record colectivo, pues tiene 8 éxitos y 5 reveses, y Granma 6 y 6.

Comenzó Villa Clara ganando en pelota

La Serie Nacional 50 de béisbol empezó hoy domingo con un formidable partido entre el monarca Industriales y el subtitular Villa Clara, ganado por este último con marcador de 6 carreras por 5.
El juego concluyó empatado al noveno inning, y al aplicarse el tea break, se decidió por los anaranjados del centro del país, que en el torneo anterior estuvieron a un paso de la corona y cedieron inexplicablemente frente a sus víctimas de hoy en el play off.
Fue un partido emotivo de principio a fin, en el que descollaron las excelentes jugadas defensivas, engarces estelares, interesantes variantes tácticas y buen pitcheo por ambas novenas. A la postre el zurdo de 19 años Yasmany Hernández Romero se anotó el éxito y el también siniestro Yoandry Portal cargó con el revés.
El martes, Villa Clara enfrentará a su más enconado rival en la zona oriental, Santiago de Cuba, en el terreno de estos.

Al son de la plata en pelota

Al son de la plata en pelota

 

Por Norland Rosendo González

 

En el voleibol, la plata supo a flan. Pero en la pelota, no. Otra vez, Cuba no pudo ganar el bueno, y desde hace varios torneos venimos sacando lecciones (en teoría, al menos), sin que podamos cambiarle el color a las medallas.

A Puerto Rico se llevó un conjunto que, de antemano, casi todo el mundo sabía que iba a depender de los batazos largos. Un todos estrellas sin hombre proa, porque Héctor Olivera, aunque tenga buen tacto, no es un primer bate natural, dado a los toques de bola, exprimir hasta la cáscara al lanzador, dejarla caer entre dos...

Para colmo, Olivera fue enviado a la banca en la semifinal contra Venezuela, cuando era el líder en jits de la competencia. Una decisión que respeto, pero de la que discrepo, pues el que merecía la «bancoterapia» desde hacía varios juegos era Yuliesky Gourriel, quien en los últimos eventos internacionales se ha distanciado mucho de lo que fue su papá.

Las opciones tácticas estaban reducidas a dos o tres cambios ofensivos. Los cuatro jardineros fueron colocados en el line up, tratando de elevar el octanaje de la batería, muy menguada a partir de la segunda fase.

Martín Saura (aunque muchos lo critiquen; incluso, en exceso, como algunos periodistas nacionales) movió las pocas piezas disponibles, quizás más lento de lo que uno hubiese deseado.

Si en la semifinal, levantó del box a Yuliesky González justo a tiempo; en la fiesta por el oro aguantó a Vera un bateador más, y ese triple del zurdo Alexis Gómez con la casa llena le subió el volumen al merengue dominicano.

Las tres derrotas: dos frente a los campeones, y una contra los Estados Unidos, exhibieron una nota discordante en el son criollo, frente a lanzadores de recursos, nuestros bateadores se desesperan y se van con bolas malas, sobre todo, en la zona alta, con las que elevan mansos «palomones».

Los juegos de pelota también se ganan desestabilizando a los pitchers. Para eso, hay que saber tocar bolas, machucarlas, batear por detrás del corredor, «dejarse descolgar» tras un envío afuera y ponerla en la banda contraria a la mano del bateador. Y eso, no se improvisa, ni se logra en un entrenamiento.

Hay que desarrollar desde la base más habilidades en nuestros peloteros, y rescatar un evento que concentre la calidad, pues una cosa es darle jonrón a Perico Pérez y otra a Yadier Pedroso.

Concuerdo con la decisión de llevar solo dos receptores, eso permite incluir un jardinero o un pitcher más. Frank Camilo Morejón debe tener los arreos listos, pues sus toques son fuertes en la puerta del «Cuba».

Siete en el cuadro me pareció excesivo. Claro, eso «descubrió» otra flaqueza: los jugadores no son versátiles, como en otros equipos, por ejemplo, el norteamericano, que sí puede darse el lujo de llevar 11 ó 12 lanzadores, porque los defensores del cuadro lo hacen bien hasta en los jardines, y viceversa.

Si alguien más jugara la inicial, no hubiese hecho falta llevar dos primeras base; y si un camarero o antesalista se desempeñara bien en el campo corto, con un torpedero era suficiente. Creo que hay que adiestrar a un jardinero para sustituir en determinado momento al inicialista.

En el outfield, la historia es diferente. Hace tiempo no acudíamos a una cita sin un patrullero central, porque Yoennis Céspedes cubre la posición, pero buen fildeador no es. 

¿Qué nos hubiésemos hecho si se hubiera lesionado Cepeda, Céspedes, Bell o Despaigne? ¿Para qué fueron Pedro Luis Lazo, Norberto González e Ismel Jiménez? Los asientos de algunos de ellos mejor los hubiesen ocupado Giorvis Duvergel y Yoandry Urgellés. O Alexánder Rodríguez, si la preocupación estaba en el staff de lanzadores.

Las lecciones de Puerto Rico engrosan una carpeta que ya suma varias cuartillas. Hay que leerlas bien, con detenimiento, pues muchas recomendaciones son para venideros campeonatos nacionales.

Dentro de poco, comienza la última Copa Intercontinental de la historia, quedan unos días para hacerle cambios al son, opacado esta vez por merengues de oro en la tierra de la salsa. 

Mi opinión sobre el Cuba de pelota

Mi opinión sobre el Cuba de pelota

Por Norland Rosendo González

Con tantos acontecimientos políticos importantes esta semana en América Latina, no he podido compartir algunos criterios sobre la selección cubana de pelota que participa en el premundial de Puerto Rico.

Saqué una oportunidad y aquí van mis puntos de vista. Concuerdo con la elección de solo dos receptores; cada vez que iban tres, el último apenas calentaba pitchers en el bull pen. Ariel Pestano es le mejor de Cuba, y a mí juicio, el número uno en la historia del béisbol revolucionario, o sea, desde 1959 hasta la fecha. Otros están cerca, pero no a su altura, por la integralidad de su desempeño.

Y Yulexis La Rosa, gústele o no a algunos aficionados, sobre todo, espirituanos y capitalinos, solo es segundo de Pestano, y porque juegan en el mismo equipo en la Serie Nacional, el subcampeón Villa Clara. El muchacho tiene la misma elegancia y seguridad detrás del home de su maestro.

Obviamente, si van dos, el segundo tiene que tener oficio y habilidades demostradas para suplir al titular en una posición que exige inteligencia, concentración y pericia para guiar a los lanzadores.

El industrialista Frank Camilo Morejón tiene potencialidades, y me parece que será el sustituto de Pestano. Pero todo en su momento y según las estrategias de los técnicos, que para eso son los expertos. Eriel Sánchez ya hizo su historia, sobre todo como eterno banco de la selección nacional. Coincidió con jerarcas que dieron poco espacio a las dudas. Y hay otros talentos que cuando se pulan, podrán calzar los arreos del Cuba.

En el cuadro, me parece excesivo 7 hombres. Con uno menos, hubiese sido mejor, para mi criterio, claro. Pero resulta que tenemos que desarrollar peloteros versátiles, que jueguen bien en varias posiciones, al estilo de Aledmis Díaz, Rudy Reyes.

Si alguien más jugara la inicial, no hubiese hecho falta llevar dos; y si un camarero o antesalista se desempeñara bien en el campo corto, con un torpedero era suficiente. Digo, yo.

Creo que hay que adiestrar a un jardinero para sustituir en determinado momento al primera base. Y que lo haga bien, sin improvisaciones, como hemos visto en pasados torneos internacionales con resultados fatales.

En los jardines, la historia es diferente. Hace tiempo no acudíamos a una cita sin center field, porque Yoennis Céspedes cubre la posición, pero buen fildeador no es, y ejemplos hay. Francamente, me sorprendió eso de llevar solo 4 patrulleros. Mucha ofensiva y la defensa...

En un juego apretado tiemblo con una conexión difícil entre dos. Yo hubiese llevado a Giorvis Duvergel. Así que ya saben los jardineros centrales de la pelota cubana: se busca uno para el equipo grande.

El pitcheo está Ok: balanceado, expertos y noveles con potencialidades y demostraciones exitosas, abridores, relevos intermedios y cerradores, veloces y curveadores. Y una cantidad aconsejable para el tipo de torneo, por la intensidad de la competencia.

Si me dieran la posibilidad de otorgarle una nota a la selección, le daría 94 puntos. A fin de cuentas, el manager es el mejor que tenemos en Cuba, el más capacitado, con una ética y una sabiduría envidiables. 

Y se hizo el «Cuba» de pelota

Por Norland Rosendo González

Al fin, quedó despejada la incógnita: ayer domingo fue anunciada oficialmente la selección cubana que intervendrá en el torneo premundial de pelota que se celebrará en Puerto Rico en octubre.
Si muchas eran las conjeturas previas al corte definitivo, ahora la polémica está encendida, porque en Cuba hay más de 10 millones de manager.

Aquí les dejo la selección y los que no van a la cita boricua.

Equipo Cuba de pelota

Receptores:
Ariel Pestano
Yolexys la Rosa

Jugadores de cuadro:
José Dariel Abreu
Alexander Malleta
Héctor Olivera
Yorbis Borroto
Aledmis Díaz
Michel Enríquez
Yuliesky Gourriel

Jardineros:
Frederich Cepeda
Yoennis Céspedes
Alfredo Despaigne
Alexei Bell

Lanzadores:
Pedro Luis Lazo
Norge Luis Vera
Freddy Asiel Álvarez
Yadier Pedroso
Miguel Alfredo González
Yuliesky Gonzalez
Jonder Martínez
Vladimir García
Dalier Hinojosa
Norberto González
Ismel Jiménez

Manager: Eduardo Martín Saura


Último corte:

Receptores: Frank Camilo Morejón
Yordanys Alarcón

Cuadro: Yoilán Cerce
Rudy Reyes

Jardines: Yohandry Urgellés
Giorvis Duvergel

Lanzadores: Robelio Carrillo
Alexander Rodríguez
Arley Sánchez
Odrisamer Despaigne

Llora Brasil y siguen las vuvuzelas de la guerra

Por Norland Rosendo González

Brasil es una funeraria gigante, unos cuantos metros cuadros más que la misma superficie de la nación. Su equipo de fútbol, favorito para ser campeón, se quedó en cuartos de final, al tropezar con una Holanda que fue a Sudáfrica a saldar antiquísimas deudas con su afición y logró un exitazo histórico de dos goles contra uno.

Las notas de prensa ahogan a los ciberlectores. Las fotos van desde la locura desbordante, nada típica de los europeos más rancios, hasta el desconcierto y el llanto en cascadas de los latinoamericanos, sobre todo, los brasileños, a quienes su orgullo se les ha venido a menos con ese resultado que silenció la samba.

Fin de los carnavales. Nadie quiere bailar, nadie quiere fiesta. El negocio más lucrativo ahora en Brasil es la venta de flores y coronas mortuorias. Y también de pañuelos. Porque este funeral será gigante. Han pasado varias horas del deceso y todavía hay gritos secos, de esos que salen del mismísimo estómago. Nadie allí cree la verdad.

Y se va Dunga. Quizás la mejor noticia del día para los amantes del fútbol con estilo. Él mismo ha dicho adiós. Las derrotas nunca son huérfanas.

Ahora nos queda Argentina. Ese sí tiene un juego bonito, el toca toca que convierte al rectángulo futbolístico en una plaza de baile con sabor latino. Con un Messi que danza con el balón entre los pies, y un Maradona que no deja que ningún músico desentone. Arriba, albicelestes.

Lástima que mientras escribo esto, otros les den patadas a los sueños de paz y convivencia organizando un partido de bombazos entre Israel e Irán.

 

 

En pelota, hasta el año que viene

En pelota, hasta el año que viene

Por Norland Rosendo González

Dije que no hablaría más de pelota. Fue tanta la decepción con el fracaso de Villa Clara en el play off por el título ante Industriales, que tome esa decisión, bastante radical, por cierto.

Ya son 15 años añorando una corona. Seis finales en las que no podemos con los líderes de occidente. Ni Pinar del Río, ni Habana, ni Industriales. Creo que ni con Metropolitanos ganaríamos en la última fase.

Pero hoy voy a hacer mi análisis, reitero, mi análisis. No tiene que concordar con las versiones oficiales y lo publicaré solo en mis blog, porque incluye elementos de juicio muy personales, y no quiero que nadie se ofenda con mi periódico u otro órgano.

Trataré de tomar la mayor distancia posible de las emociones, de los sufrimientos, de la impotencia por ver a unos Industriales, sin pitcheo, al borde del abismo, felices con un presunto segundo lugar, crecerse ante tantas deficiencias villaclareñas, y en el propio estadio Sandino de Santa Clara, silenciaron a una delirante multitud que rompió todos los record de asistencia.

No me explico cómo es posible jugar con tanta solidez en los cuartos de final y en la semifinal, ante dos conjuntos fuertes como Santiago de Cuba y Ciego de Ávila, respectivamente. Batearon a Norge Luis Vera, un astro del box cubano; a Vladimir García, el hombre que más duro tira en Cuba; y a Maikel Folch, entre los dos mejores zurdos de los últimos años. A ellos, les dieron, los explotaron.

Apenas cometieron errores a la defensa, hicieron fildeos de lujo, las bolas no picaban en los jardines. A los fly les iba un solo jugador, no varios sin ponerse de acuerdo como pasó varias veces en la final.

Y así también sucedió el año pasado. Y otra cosa fue la final contra el Habana. Después de desbancar al campeón Santiago y al mejor equipo de la serie nacional, líder en los tres departamentos de juego: Ciego de Ávila, cayeron ante los vaqueros de Habana, pero no por el pitcheo de ellos, sino por la pésima defensa nuestra en los momentos clave.

Ese segundo nos supo a gloria, pues el elenco naranja había atravesado por serias dificultades: deserciones, lesiones, un pitcheo muy menguado, y nadie contaba con ellos para llegar a un paso de la gloria. A una gloria que yo creo que sí podían alcanzar después de las proezas que habían logrado.

Pero eso fue el año anterior. Este la corona pintaba naranja, nadie era mejor que nosotros en la semifinal, después que los gallos espirituanos se quedaron sin plumas y cacareando.

Y todo se iba cumpliendo hasta que llegaron los últimos juegos de la final.

En los dos primeros, se impuso Villa Clara. Fueron dignos de esa etapa, marcadores cerrados: 3x2 y 3x0, en el Sandino a favor de los villaclareños, iban entonces para la capital con una ventaja absoluta.

No obstante, en el partido de la lechada, con 11 jits solo marcaron tres veces. Robelio Carrillo lanzó un juegazo.

Pero en el Latino fue otra cosa. Allí los leones de Industriales se soltaron a batear: jit, tubeyes, jonronazos. Y Villa Clara no pudo pararse como los azules en Santa Clara. El segundo día hasta un nocaut nos dieron, y todo empezó por errores, un fly que picó inexplicablemente y una pifia táctica, con un toque por el box el torpedero no entró a tercera, y todo el mundo quedó quieto. El lanzador se desconcentró y ahí rompió la fiesta azul.

En el tercer juego, hubo una polémica decisión de un árbitro —a favor de Industriales, claro—, y aquello se puso caliente. Muy caliente. Pero bueno, se fue sofocando y se reanudó el partido. El inning había empezado con un fácil roletazo por primera, que la lógica y el librito dicen que Borrero debió faldear y pasar la bola al pitcher Freddy Asiel que ya estaba encima de la base. Sin embargo, quiso sacar el out sin asistencia y el corredor llegó primero a la base.

En esa misma entrada, con las bases llenas y un out, el marcador 3x2, Carlos Tabares conectó un roletazo por primera, y Ariel Borrero optó por pisar esa base y no tirar a home para forzar al corredor, cuando este estaba a varios metros de la goma. Nadie se explica esa novatada, en un jugador de selecciones nacionales, inclusive.

Luego, dio un jit de oro que empujó con la maestría que tiene para los grandes momentos y fletó las carreras de la victoria. No obstante, en un inning anterior se ponchó con una bola malísima.

Así las cosas, el play off vino para Santa Clara 3x2, a favor de los anaranjados. Con un éxito más serían campeones. Todo estaba de su lado, jugarían en su patio, con una afición nunca vista, delirante, respetuosa, que abarrotó las gradas, las iniciativas rebasaron la imaginación de cualquier escritor. Me atrevería a decir que ni Gabriel García Márquez es tan original como el imaginario popular de los villaclareños esos días.

También, el mejor pitcheo estaba de nuestro bando y el estado de ánimo no podía ser superior.

Pero… al parecer quisimos festejar antes de tiempo. El sexto juego llegó a estar 4x0 a favor de Villa Clara, ¿quién dudaba que esa noche seríamos campeones? Y en el box un Robelio Carrillo imponente de nuevo.

Entonces, ocurrió el lance que, desde mi punto de vista, marcó el viraje definitivo del curso del play off. Borrero estaba de corredor en segunda sin out y quiso, con un fly de sacrificio, entrar en la goma desde allí. Obvio que lo pusieron out.

Todavía me pregunto si fue un intento de chantaje a los azules. Lo cierto es que ahí mismo se soltaron los leones, esa jugada fue como si los hubieran provocado. Salieron al terreno a comerse todas las naranjas, a degustar un buen refresco de ellas. Y lo hicieron. A los equipos grandes no se les juega así, errores mentales tan descabellados cuestan, y esta carrera loca de Borrero, fue el principio del fin.

En la entrada siguiente, Industriales descontó tres por error al campo de Borrero, que debió cuadrarse en la inicial con un batazo de frente, ideal para doble play, y la bola se le fue por debajo de los pies (una carrera que no anotó por el corring burlesco y dos que entraron por el error, ahí están las tres de la diferencia del marcador de ese juego).

Dos veces vino Borrero al bate con hombres en circulación y no los pudo remolcar.

Ese día también la dirección naranja optó por poner al novel Yandy Díaz en segunda, y no a Yeniet Pérez, más experimentado y muy seguro al guante, como relevo de Ramón Lunar, expulsado en el juego anterior por el mismo árbitro que cantó quieto un out más claro que el agua. El muchachito pifió un lance que costó carrera.

Así llegó el séptimo partido, se estiró al máximo el play off. Para entonces, ya los Industriales tenían mejor ánimo, se sentían en igualdad de condiciones. Un juego lo gana cualquiera, y si te habían regalado otro…

Luis Borroto empezó bien, pero no pasó de ahí, los naranjas marcaron primero; los azules empataron; otra vez los naranjas. Hasta que los industrialistas, a jonrón limpio y buenas conexiones se desmarcaron 5x2. Parecía el fin. Y en eso llegó Yandrys Canto en el  octavo inning con dos compañeros en circulación, y le dio a la bola como a todo el mundo le gusta, duro y buscando cercas, la puso más allá de los límites entre el rf y el cf, y Villa Clara y tres cuartas partes de Cuba se volvieron un manicomio de alegría. A empezar de nuevo.

El zurdo Misael Siverio, inestable en sus salidas anteriores en los play off, se estaba comportando muy bien, y los azules ya no tenían relevista eficaz, aparentemente…

En ese mismo octavo, Villa Clara tuvo el campeonato en base, y no pudo ser remolcado. En el noveno, otra vez los Naranjas colocaron el título en segunda, ante un novato que tiraba más bolas que strike, última carta de Germán Mesa, un tal Yoan Socarrás, vapuleado en su salida anterior.

Sin embargo, Ariel Pestano, un coloso hasta entonces con el madero al hombro, se ponchó en tres y dos con una curva malísima. Tan mala que ni yo le hubiese tirado, pues era avisado que tiraría ese lanzamiento fuera de la zona bateable.

Lo imitaron otros compañeros y la escena quedó lista para el triste desenlace. Rudy Reyes elevó en la parte alta del décimo un palomón detrás de segunda base y la defensa naranja no se puso de acuerdo para capturarlo, picó entre dos, y para desgracia mayor, hubo un tiro pésimo a primera que le permitió al corredor anclar en segunda, desde donde fue remolcado por tubey de Stayler Hernández, un verdugo de los lanzadores villaclareños, y este también anotó para sellar el 7 a 5 definitivo.

Nadie lo podía creer, Villa Clara perdía otra vez en la final, en las últimas seis ha quedado segundo. ¡¡¡¡¡Seis éxitos y 24 reveses en esas seis finalísimas!!!!

A mi juicio es un asunto psicológico. No saben ganar el bueno; flaquea la defensa, tanto en el terreno como mental. Se desconcentran en el momento clave, y eso es muy peligroso, peligrosísimo. Le tiran a las bolas y se dejan cantar los strike.

Sobre cómo quedó la afición escribiré después, porque todavía la gente no se repone del Sandinazo.

Ahora me preguntan cuándo Villa Clara será campeón, y yo me encojo de hombros. Si no fue esta vez… Pero, aunque le diga a la gente que me cambié para los azules, entre tú y yo: me muero siendo naranja, y aunque sufra, voy por la gloria el año que viene.